Además, será el regreso del evento a su escenario más habitual y la primera edición que tendrá público desde 2018. Esto, porque las actividades programadas para 2019 se cancelaron en medio del estallido social y la pandemia obligó luego a realizar una versión en formato virtual. “Hay un círculo importante de gente que ha seguido este festival y nuestro desafío es volver a generar esa expectativa”, dice Rodrigo Díaz Riquelme, director artístico de FIMA. “Al volver a tener público hay un nervio distinto, una expectativa del aplauso, que es la retribución del músico. Para la gente también es diferente: no es lo mismo ver un video que escuchar en vivo”.